Ombre Sultane, 1987 Sombre sultana, ediciones del oriente y del mediterráneo, 1995 Interview & reviews from Spain and Latin America, South America
“Assia Djebar Desde el interior de la palabra Quimera”, Fernando Garcia Burillo p. 12-18
La reciente publicación en Espagna de Sombre sultana (Guadarrama, ediciones del oriente y del mediterráneo, diciembre de 1995), segunda entrega de su « Cuarteto argelino », del que esta misma editorial ya había publicado El amor, el fantasía, […]
- Podríamos decir que mientras en El amor, la fantasía se entrecruzan la historia de una mujer y la historia de su país, en Sombre sultana la narración se hace más intimista, se repliega sobre las dos protagonistas, cuyos destinos se oponen y al mismo tiempo se complementan…
Sombre sultana surgió a partir de una palabra árabe. En 1980, a raíz de una visita que hice a las montañas del Aurès en relación con la preparación de un rodaje, me detuve en un oasis cerca de Biskra, donde estuve grabando a una mujer de unos setenta y cinco años, que era comadrona, y que me relató la historia del oasis. Entre tanto, habían venido a verme unos amigos franceses a quienes acompañé a visitar otros oasis de la región. En uno de ellos entramos en una casa en la que había un hombre que tenía dos mujeres, situación que es mucho más corriente en el sur que en mi región. Al salir de la casa recuerdo que comencé a explicar a mis amigos que había una palabra en árabe que no podía traducirse ni al francés ni a ninguna otra lengua europea, en las que para referirse a la situación que acabábamos de contemplar se emplean las expresiones « primera esposa » y « segunda esposa », siendo ésta la co-esposa de la primera, pero el término árabe « derra » no quiere decir co-esposa, quiere decir « herida ». Según avanzaba en mi explicación, yo misma me sorprendí al darme cuenta de que cuando, do pequeña, me hablaban de la segunda esposa de mi abuelo como « derra de la abuela », nunca se me había ocurrido pensar en que estaban hablando de « la herida de la abuela ». Además, « derra » pueda querer decir « la que hace daño » y también « la que le duele », es decir, tiene un sentido activo y otro pasivo. Aquel razonamiento me abrió nuevas perspectivas sobre la bigamia. De hecho, fue el punto de partida de la novela, al darme cuenta de que había una relación de « herida » entre las mujeres legitimada por la poligamia. Se trata de un problema deferente al de la bigamia en occidente, donde, al no estar sacralizada por la ley, la mujer se encuentra en un nivel de igualdad con el hombre; ambos se encuentran en el territorio de la prohibido. Por el contrario, en el mundo musulmán la mujer no puede tener dos maridos; en el fondo, la poligamia legal es como una especie de arma en manos del hombre para dividir a las mujeres, pero, cuando las esposas, viven en la misma casa, el espacio del hombre se restringe y, si las dos mujeres se aliaran en su contra, « la herida » podría volverse contre él. A partir de estas reflexiones me planteé el problema de la relación sororal, es decir, ¿es posible establecer lazos de solidaridad entre las mujeres cuando la división pende sobre ellas como una espada de Damocles?
- En Sombre sultana la primera mujer propicia la boda del marido con la segunda? No es un fenómeno tan insólito como puede parecer a primera vista: yo misma he tenido la oportunidad de constatarlo en Argel durante los años setenta. Cuando una mujer, aun siendo pobre o con hijos, teme que el marido pueda buscarse una querida, toma elle misma la iniciativa de buscar en el pueblo a una chica más joven sobre quien pueda mantener su ascendente. La preeminencia de la primera mujer está fijada por la tradición, pues, como sucedía antiguamente, el sultán nunca repudia a la primera mujer, que es la madre del heredero, pero sí puede hacerlo con la segunda, la tercera o la cuarta. En el caso que nos ocupa, la primera mujer abandona al marido y, […]
El caso del hombre es el de alguien que regresa a su país tras el fracaso de su matrimonio con una mujer moderna y emancipada y decide volver a un estilo de matrimonio tradicional, un fenómeno que se produjo con cierta frecuencia durante los años setenta entre la clase media argelina. Tras producirse el fracaso del matrimonio realizado según las normas, diagamos, occidentales, el hombre se dejaba entoces casar por la familia (en algunos casos, por la primera mujer) y casi siempre terminaba uniéndose a una mujer tradicional, es decir, velada, como sucede en Sombra sultana. Se trata, en definitiva, de la regresión del marido a un matrimonio concebido según las reglas de la tradición.
- ¿Qué lugar ocupa la autobiografía en Sombre sultana?
La parte autobiográfica está formada por los elementos de la infancia presentes en la segunda parte, en « El saqueo del amanecer », donde se produce una ruptura al pasar de las dos protagonistas a otras mujeres del pasado. Esta segunda parte la escribí en apenas diez días, pues me bastaba con la memoria. Pero un avez concebida la arquitectura de la ombra, modifiqué la primera parte, reescribiéndola en segunda persona del singular, […] El tú de la solidaridad, pero también lleva implícita la muerte. Se trata de una solidaridad al límite de la rivalidad. En último extremo, podría decirse que lo más difícil para mí de Sombre sultana no ha sido la construcción (que es la misma en todo el « Quarteto argelino »). En la segunda parte desaparece el tú, que est sustituido por una infancia común. Al mismo tiempo, las nueve historias de mujeres, extraídas de mis recuerdos infantiles, van a permitirles, al final, establecer una alianza entre ellas: la que vive fuera va a entregar a la que vive encerrada la llave de su libertad.
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